Cómo empezar a hacer deporte y no fracasar en el intento.

Hoy en día todo el mundo es consciente de que practicar deporte de manera regular  repercute directamente en la salud del individuo aumentando su bienestar físico y emocional.


QUIERO, PERO NO PUEDO.

Sin embargo, cuando no se ha practicado nunca, o se hizo en un tiempo lejano, resulta muy complicado encontrar el momento para comenzar con ello. Nuestro frenético ritmo de vida o la falta de tiempo, determinación y ganas, hacen que siempre pospongamos lo que sabemos con certeza  será beneficioso para nosotros. 

Cuando por fin nos decidimos a hacerlo, viene el gran problema…NO ABANDONAR  y hacer de la práctica deportiva un hábito saludable en nuestras vidas.  ¿Cuántas veces has ido a la tienda de deporte a por la equipación y te has quedado sólo en eso? o ¿Cuántas veces has comenzado a practicar algún deporte o actividad física y has sido constante apenas unas pocas semanas?

CLAVES PARA CONSEGUIRLO

Para que esto no vuelva a ocurrir y ayudarte a incorporar hábitos deportivos y saludables a tu vida, os proponemos una serie de pautas y consejos, para que no sólo sepas por dónde empezar, eligiendo la actividad física adecuada y no fracasar en el intento, sino para conseguir mantener la actividad en el tiempo incorporándola a tus rutinas y haciendo de ella una fuente de salud.

¿Cuál es mi estado físico hoy?

Lo primero de todo es saber de la condición física de la que parto. Se trata de ser realista y tener en cuenta variables como la edad, si padezco alguna lesión o enfermedad, si he pasado por algún embarazo o no… 

Evidentemente no es lo mismo una persona que quiere empezar a hacer deporte con 25 años, que con 45, si existe algún tipo de lesión o problema físico que me impida realizar ciertos ejercicios, si tengo sobrepeso, si he dado a luz y cómo ha sido la recuperación…

Todas estas variables son importantísimas a la hora de decidir qué actividad deportiva elegir y cuál será la más adecuada a mis características particulares para no fracasar ya antes de haber comenzado.

¿Qué deporte o actividad física elegir?

Estudiando los paràmetros anteriores(mi recomendación es que la valoración la haga siempre un profesional pues será él, el que tenga un punto de vista más objetivo) elegiremos el deporte o la actividad  más adecuada y que se adapte a mis condiciones físicas. 

No todo vale, si no he corrido nunca y con 40 años quiero empezar a hacerlo y además tengo sobrepeso y una lesión de menisco, habría que ver si es lo que más me conviene o si debería empezar por otra actividad que en un futuro me pueda permitir y preparar para  salir a correr. 

Cuando nunca he hecho deporte, las actividades dirigidas hechas en grupo, siempre son un refuerzo o motivación. Eso sí, eligiendo el grupo que esté acorde con mi nivel, donde pueda ver mis progresos y avances a la vez que el resto. El ser humano es un ser social por naturaleza y la sensación de pertenencia a un grupo formando parte de las mismas dinámicas y avances ayudan muy positivamente a afianzar esos hábitos en nuestras vidas.

Mi compromiso y determinación.

Una vez elegido el deporte o la actividad física que voy a practicar hay que tener el compromiso con nosotros mismos y no sólo determinar el tiempo que dedicaremos a la semana a la práctica, sino cumplir con ello

Muchas veces nuestros compromisos de trabajo,de atención a la familia, de organización de la casa… no nos permiten disponer de un tiempo tanto para desplazarnos al gimnasio como para realizar la actividad en un momento determinado

Afortunadamente, hoy en día existen plataformas digitales y Centros como el nuestro, FAMILY BALANCE, que ofrecen clases on line y en diferido con una amplia oferta para poder hacer ejercicio desde casa cómodamente y en el momento que decidamos.  

Lo importante para poder mantener el compromiso es plantearse metas alcanzables y a corto plazo, no importa si comenzamos con 20 min de actividad a la semana, o el tiempo que determinemos que vamos a poder asumir, el objetivo es cumplirlo para ir consiguiendo pequeños logros que  harán crecer nuestra motivación y además nos hagan adquirir hábitos y rutinas que iremos incorporando a nuestra forma de vida de manera paulatina y determinante.

Si quieres hacer deporte y no sabes por dónde empezar, en Family Balance encontrarás la ayuda de las mejores profesionales que te asesoraremos no sólo para que empieces a hacer deporte, sino para que no abandones.  

Solicita tu clase de prueba gratuita en bienestar@familybalance.es y únete a nuestras clases de manera presencial, on line o en diferido, para que la práctica deportiva forme parte de tu vida y mejore tu salud.

La sexualidad de nuestros hijos: Claves para un acompañamiento respetuoso y prevenir situaciones de riesgo.

La educación sexual es un asunto que puede generar inquietud en algunas familias. Con frecuencia me preguntáis cómo es el desarrollo sexual de los niños, qué es normal según la edad, cuáles son los peligros más frecuentes y qué podemos hacer desde el hogar para prevenirlos.

¿Cómo acompañamos, de manera respetuosa, el proceso de desarrollo afectivo-sexual en los niños/as?

  • 0-3 años: Descubren el entorno y su cuerpo a través de los sentidos. Experimentan sensaciones agradables y desagradables. Descubren que determinadas zonas de su cuerpo les dan placer y pueden auto estimularse.

Puedes aprovechar los momentos del baño, cambios de pañal, etc. para enseñarle los nombres correctos de sus partes del cuerpo, incluidos los genitales. Desde pequeños debemos decirles qué partes de su cuerpo son privadas y pedirles permiso para tocarlas (“¿Puedo limpiarte el culete?”). Esto le indicará al bebé que su cuerpo es suyo y que puede poner límites.

Es importante no obligar a dar o recibir besos, y respetar su decisión.

  • 3-6 años: Se consolida la identidad sexual y de género. El interés por el cuerpo humano aumenta, suelen mostrar su cuerpo abiertamente (se levantan la falda, se bajan los pantalones…) e intentan tocar el cuerpo de otras personas. La autoestimulación es más frecuente (se tocan, frotan…). A esta edad pueden aparecer los celos y la imitación de la conducta de adultos o animales. Hay mucha curiosidad sexual que se manifiesta con preguntas sobre el origen de los bebés, las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres, etc.

Podemos explicarles que la masturbación es una actividad sana pero que hay que hacerla con las manos limpias y en un sitio privado. 

Si la masturbación es compulsiva (cuando redirigimos la conducta del niño vuelve a masturbarse, no se distrae, es muy frecuente o reacciona con culpa o vergüenza cuando le invitamos a dejar de hacerlo) puede estar indicando un problema de ansiedad, de necesidad de atención o de abuso sexual.

En cuanto a las preguntas, mantén la calma, no te rías ni avergüences. Responde de manera directa, con información y lenguaje adecuado a su edad. Si tu hijo quiere saber más, te preguntará. Es mejor dejar que tu hijo marque el ritmo con sus preguntas.

  • 6-10 años: El cuerpo humano sigue siendo fuente de curiosidad y placer. Les gusta mirar cuando alguien está desnudo, jugar a los papás y mamás, los médicos… Suelen masturbarse en privado. Hablan de partes íntimas (normalmente entre risas), empiezan a sentir los primeros “enamoramientos” e imitan lo que observan en parejas adultas (darse besos, por ejemplo). 

Su necesidad de preguntar y saber está condicionada por la respuesta que hayan recibido del entorno. Si han percibido que es un tema tabú o incómodo para los padres evitarán hacer preguntas y buscarán la información fuera de casa. Si desde pequeños hemos ido hablando con naturalidad y respeto de estos temas podrán sentirse cómodos y seguros para seguir preguntando. De acuerdo con Save the Children (2020) el 54% de los menores entre 6-12 años ya han iniciado el consumo de pornografía online. Lo que los niños/as me cuentan en terapia y en los cursos de formación es que, muchas veces, este consumo experimental les sirve para conseguir información que les da vergüenza preguntar en otros espacios. De hecho, el estudio antes citado desvela que para el 30% de ellos  la pornografía supone la única fuente de educación sexual. El riesgo no está en acceder a la pornografía sino en que sobre ésta se construyan sus conocimientos sobre sexualidad y relaciones íntimas.

¿Cómo hablamos con ellos de sexualidad?

La educación sexual más efectiva es aquella que no se centra solo en la genitalidad (hablar de partes íntimas, coito, etc.) sino que incorpora el componente afectivo de las relaciones.

El objetivo es no convertirlo en un tema tabú, ofrecerles la seguridad para que cuando quieran puedan recurrir a nosotros como una fuente de información cercana, responsable, que no juzga. Lo interesante es, además de cuando ellos pregunten, aprovechar los momentos cotidianos para ir hablando de ello (por ejemplo, si vemos a una pareja darse un beso podemos explicarles que esta es una señal de amor, si hay una embarazada podemos explicarles que los bebés crecen en un lugar muy especial del cuerpo de la madre, si observamos que se queda mirando nuestro cuerpo podemos explicar cómo crece el cuerpo humano y las diferencias entre niños y adultos…). Si necesitan tener más información nos lo preguntarán.

¿Hablamos sobre abuso sexual?

No podemos olvidar que, según los datos del Consejo de Europa, en nuestro país 1 de cada 5 niños sufre o sufrirá abuso sexual en su infancia. Así que, quizá, este sea el tema que más dudas genera. En un intento de protegerles, de no asustarles y de que no vivan la sexualidad con miedo podemos caer en el error de no hablar honestamente de abuso sexual infantil. El peligro está en que sólo podemos reconocer aquello que conocemos. Si no hemos hablado de esto y el niño vive una situación de abuso no podrá saber qué es y, por la propias características del proceso abusivo, será más complicado que verbalice lo ocurrido. 

Debemos ir adecuando la información a su edad y para ello podemos valernos de diferentes materiales y estrategias.

Si te interesa este tema el 16 de enero organizó un taller para padres, presencial y online, en él profundizaremos en la prevención del abuso sexual infantil mediante diferentes técnicas, cuentos y juegos que permitan desarrollar sus habilidades de autoprotección y petición de ayuda.

También, veremos las señales de riesgo para poder detectar los síntomas de abuso de una manera temprana, todo ello dentro de un abordaje de educación afectivo-sexual donde trabajaremos cómo hablar con ellos sexualidad y qué hacer para que confíen en nosotros para buscar información sobre estos temas. 

Si te interesa puedes contactar con María en psicologafamilybalance@gmail.com

Pronto más información sobre horario y precios.

Deporte, el aliado perfecto para Re-conocer a tu cuerpo

Hoy en día es bien sabido por todos que el deporte practicado de manera regular y controlada es sinónimo de salud.

En el caso de nuestro Centro el deporte específico, planteado y diseñado para la mujer es una pieza clave tanto para la preparación física al parto ya que no sólo nos ayuda a controlar el incremento de peso y a reducir el riesgo de diabetes gestacional, sino que alivia las molestias y dolores propios de estos meses y nos prepara para  llegar al parto con más seguridad y con mayor control sobre nuestro cuerpo, como para la recuperación postparto donde es fundamental  no sólo a nivel físico, sino también a nivel emocional.

Sin embargo, muchas veces nos encontramos que cuando vamos a practicar algún tipo de deporte y nos piden que movilicemos algunas algunas articulaciones, o que activemos ciertos músculos, no sabemos muy bien cómo encontrarlos, cómo sentirlos o cómo moverlos. 

Todo el mundo sabría decir si tiene el codo flexionado o extendido, pero qué ocurriría si te pidiera que me explicaras cómo está posicionada tu pelvis, o tu columna o que sintieras como se activa la musculatura profunda de tu abdomen con una respiración consciente.

Ahí entonces nos daríamos cuenta de lo desconectados que vivimos de nuestro propio cuerpo.

LA RELACIÓN CON NUESTRO PROPIO CUERPO

Al nacer la relación con nuestro cuerpo es mucho más estrecha de lo que será en la etapa adulta. Los bebés y los niños utilizan todo su cuerpo para expresarse, para sentir, para relacionarse con su entorno. Con la madurez esa capacidad se va perdiendo, y tanto nuestra cultura, como el ritmo frenético que llevamos hace que vivamos en nuestra mente y estemos cada vez más desconectados de una parte tan importante de nosotros mismos como es nuestro cuerpo y de lo que éste nos pide.  Puede ser que estemos rodeados de un hermoso paisaje y estemos pensando en si tenemos bien aparcado el coche.

EL DEPORTE COMO HERRAMIENTA PARA VOLVER A CONECTARNOS CON NUESTRO CUERPO

La práctica deportiva o la actividad física es una herramienta estupenda para conectarnos de nuevo con nuestro cuerpo y volver a conocerlo, es decir RE-CONOCERLO.

El deporte nos ayuda a reconectarnos con él, ya que necesitamos del propio conocimiento y de entender cómo funcionan nuestros músculos, huesos, articulaciones, entender cómo funciona nuestra respiración, para poder hacer con consciencia la actividad que estemos realizando en ese momento. Ponemos todos nuestros sentidos en ese movimiento, en ese salto, en ese sprint y esto así nos sirve también de evasión, porque en ese momento sólo estamos con nuestro cuerpo, escuchándolo, sintiendo cómo actúa, qué posición ocupa en el espacio y cómo interactúan con el entorno.

En todas nuestras clases FAMILY BALANCE además de utilizar el deporte para mejorar tu forma física, haciéndote sentir mejor y ayudando a tu salud, pretende que seas consciente de tu propio cuerpo, que conozcas su funcionamiento, que aprendas a escucharlo, y que ese conocimiento pueda ayudarte en las diferentes situaciones y actividades de tu día a día.

Reivindiquemos esta función del deporte y de la actividad física para conectarnos de nuevo con nuestro cuerpo y de volver a SENTIRNOS.

Si quieres conectar de nuevo con tu cuerpo y venir a conocer nuestro Centro, puedes solicitar tu clase de prueba gratuita. Escríbeme a bienestar@familybalance.es o mándame un WhatsApp al 608853184.

Dormir como un bebé: Claves durante el primer año de vida.

Quizá antes de convertirnos en madres o padres pensábamos que dormir como un bebé suponía dormir plácidamente y del tirón, sin molestias, sin miedos, sin necesidad de seguir explorando y creciendo también durante la noche. Algunas personas ya nos advirtieron durante el embarazo “aprovechad para dormir, que luego…” pero nosotros ¡qué ingenuos! teníamos demasiadas cosas que preparar o imaginábamos que el cansancio acumulado no sería para tanto.

Una preocupación frecuente

Una de las consultas más repetidas en los primeros meses de vida de los bebés está relacionada con la cantidad y calidad de su sueño. A los padres nos preocupa su descanso, y el nuestro. Para muchas familias es difícil encontrar un equilibro entre las necesidades de descanso del bebé y las de los adultos que le cuidan. Debido a las crisis de lactancia, a la angustia de separación y a la propia arquitectura del sueño infantil, con frecuencia la búsqueda de esta armonía se complica a medida que pasan los primeros meses.

Además, somos conscientes de su función reparadora para el organismo y de su importancia en la consolidación de la memoria, en el aprendizaje, en el vínculo de apego, el estado emocional, la regulación de diversas hormonas y el sistema inmune. Sabemos que las consecuencias de dormir mal durante la infancia se relacionan con obesidad, problemas cognitivos y emocionales, también a largo plazo. Con razón es un tema que preocupa a las familias.

¿Cuánto y cómo necesita dormir un bebé?

Hablar de qué es normal en el sueño infantil es una cuestión muy sujeta a debate. Por ejemplo, aunque muchos autores hablan de insomnio infantil por hábitos incorrectos se sabe que el 25% de los bebés entre los 6-18 meses se despierta regularmente. Y casi la mitad de los niños lo hacen entre el año y medio y los tres años y medio, sin que en origen haya alguna patología. Así que, aunque existen diversas tablas con recomendaciones de horas de sueño por edad y percentiles, lo más importante es fijarse en cómo se encuentra, si durante el día se muestra cansado, adormecido, si cuesta levantarlo por las mañanas o si se despierta espontáneamente, activo y con comportamientos adecuados para su edad.

Sin embargo, las familias estamos expuestas a los comentarios del entorno y de los “expertos”. No pocas veces se nos cuestiona y nos movemos en la disyuntiva entre lo que nuestro instinto nos dice que debemos hacer y lo que se supone que es mejor para el bebé (“Ya debería dormirse solo/a”, “es mejor que le pases a su habitación cuanto antes”, “si colechas será una persona muy dependiente”, “no pasa nada porque llore los primeros días, luego se dormirá solo genial”, “quítale ya la siesta de la mañana”, “dale biberón”, “cánsale más para que llegue agotado…”). Son tantas las recomendaciones, los libros, los “métodos exitosos” (¿exitosos seguro?) que al final algunas parejas se olvidan de hacer caso a sus tripas y ceden a lo que, en teoría, la evidencia y saber popular recomienda. ¿Os suena?

“Que el bebé se duerma solo”

Muchas de estas recomendaciones surgen como respuesta a la imposición del sueño infantil en solitario en la cultura occidental reciente. Sin embargo, desde una perspectiva evolutiva hay que considerar que una serie de cambios originados por el bipedalismo y la dificultad de dormir en los árboles, como hacían hasta entonces nuestros antepasados, explican nuestra compleja arquitectura del sueño desarrollada para encontrar un equilibrio entre las necesidades de descanso y el riesgo de ser presas de un depredador.


En este contexto, hace ya unos dos millones de años, nuestro cerebro se fue organizando para alternar fases de  sueño ligero y sueño profundo, con micro-despertares que permitan vigilar la seguridad del ambiente. Parece que en este paisaje el sueño en compañía era mucho más seguro que el sueño en solitario y que el contacto estrecho entre la cría y su madre sería absolutamente necesario para su supervivencia.

De esta forma, las quejas de los bebés a la hora de ser puestos a dormir en solitario deberían ser interpretadas como una respuesta adaptativa y no como una patología. Así que podemos preguntarnos ¿obligar al bebé a dormir en solitario desde pequeño, lejos de lo que marcó nuestra evolución como especie, puede afectar y condicionar su arquitectura del sueño dando lugar a algunas patologías y desórdenes?

¿Dejar llorar a los bebés para que “aprendan” a dormir?

Las técnicas de adiestramiento basadas en “Dejar llorar” (uno de sus máximos exponentes en España es el método Estivill) siguen siendo consideradas como única alternativa para un sueño infantil saludable para algunos pediatras y familias. La evidencia ha demostrado que este tipo de técnicas no mejoran el sueño infantil, sino la percepción de los padres y madres sobre el mismo. Además, dadas las dificultades que muchos progenitores tenían para no atender el llanto de sus bebés, así como los resultados de estudios científicos sobre los efectos indeseables que esta desatención podía tener en los niños y en el vínculo con sus cuidadores, ha habido un cambio de paradigma. Poco a poco se ha avanzado en desarrollar técnicas, para aquellas familias que no opten por el colecho, que permitan acompañar el sueño en solitario sin dejar llorar.

¿Cómo encontrar equilibrio en el sueño de toda la familia?

Conocer cómo es el sueño infantil y su evolución es el primer paso para poder acompañarlo de manera respetuosa, ajustar nuestras expectativas a la evidencia (y no a lo que “nos han vendido”) y facilitar que el bebé desarrolle una arquitectura del sueño que le permita, no solo dormir, sino descansar de manera reparadora. Las familias podemos aprender diferentes herramientas para incorporar en nuestra rutina diaria y mejorar el sueño de toda la familia.

Taller sobre SUEÑO INFANTIL: CONOCE Y MEJORA EL SUEÑO DE TU BEBÉ EN SU PRIMER AÑO DE VIDA

Con este objetivo organizamos el taller sobre SUEÑO INFANTIL en el que abordaremos aspectos teóricos y sobre todo prácticos para que os podáis llevar cantidad de recursos que faciliten el sueño familiar. Lo realizaremos presencial y online, con límite máximo de plazas para dar respuesta a todas vuestras demandas y situaciones particulares.

En este taller responderemos a todas vuestras inquietudes:

·       ¿Cómo evoluciona el sueño del bebé durante el primer año de vida?

·       ¿Por qué es importante respetar su ritmo? ¿Cuáles son las consecuencias de dormir mal?

·       ¿Cuánto debe dormir un bebé? ¿Cuáles son las ventanas de sueño? ¿Cuántas horas de siesta necesitan?

·       ¿Y por qué se despiertan por la noche? ¿Cuándo dejarán de hacerlo?

·       ¿Es bueno dormirle en brazos o debemos enseñarle a dormir solo?

·       Diferencias entre el sueño de los bebés que toman fórmula y el de los que toman pecho.

·       ¿Cuáles son los desórdenes del sueño que pueden tener los niños? ¿Cómo podemos actuar los padres ante las pesadillas, terrores nocturnos o patologías del sueño?

·       ¿Podemos prevenir la muerte súbita del lactante? ¿Y si queremos practicar colecho seguro?

·       ¿Cuál es el ABC del descanso infantil?

·       Sueño por edades. ¿Qué puedo hacer en cada etapa para mejorar el sueño del bebé y el de toda la familia?

Tendrá lugar el sábado 28 de noviembre, de 11 a 13h.

El taller tiene un coste de 40 euros, tenéis precio promocional de 30 euros hasta el 8 de Noviembre. También tienes la opción de solicitar una asesoría individual con María.

¡Reserva ya tu plaza!, en el correo:  psicologafamilybalance@gmail.com

Os presentamos a María, nuestra Psicóloga Perinatal.

Como sabéis con la llegada del nuevo curso tenemos un montón de incorporaciones al centro que os iremos presentando poco a poco.

Empezamos con María, la nueva Psicóloga del centro, que mejor manera de presentárosla que dejando que sea ella misma quien os diga quién es y qué hace.

¿Quién soy?

Hola, soy María Fernández Gómez, Psicóloga sanitaria especializada en perinatal, infantil y juvenil. Me incorporo al equipo de Family Balance con mucha ilusión, deseando poder ofrecer herramientas y recursos prácticos que permitan a familias, bebés y niños/as vivir plenamente esta etapa.

Nací y crecí en La Rioja y desarrollé mis estudios de psicología entre la Universidad de Salamanca y la Università La Sapienza de Roma. Mi vida profesional ha transcurrido entre Madrid e Italia, asentándome en Salamanca recientemente por motivos familiares. He realizado diferentes estudios de postgrado como los que me acreditan como Psicóloga Forense, Clínica en EMDR, experta en Trauma y Disociación, Psicóloga Perinatal y Asesora de Sueño Infantil.

Mi experiencia.

Durante años me he dedicado al trabajo con personas que habían sufrido experiencias adversas en la infancia, comprobando que no es únicamente lo que ocurre en nuestros primeros años de vida lo que marca nuestra personalidad. Empecé a explorar lo sucedido en los embarazos y partos de las personas con las que intervenía, tomando conciencia de la importancia determinante del período perinatal. Conocí el Movimiento Italiano di Psicologia Perinatale y me especialicé en el acompañamiento en esta etapa. De esta forma trabajo para prevenir dificultades posteriores en las mujeres, sus bebés y sus familias y, también, para detectar e intervenir precozmente sobre las secuelas psicológicas que el deseo, la gestación, el nacimiento y el puerperio puedan ocasionar a medio y largo plazo. El objetivo: facilitar una mejor calidad de vida individual, familiar y promover la salud mental desde el inicio.

Actualización Profesional

Considero que en mi profesión estar actualizada sobre los nuevos descubrimientos del cerebro y sus implicaciones clínicas es una obligación. Debemos ofrecer a las personas que confían su salud mental en nosotros la mayor garantía de éxito.  A lo largo de estos años he tenido la enorme suerte de trabajar con equipos multidisciplinares muy sensibles y comprometidos con las necesidades de la infancia, ayudándome a desarrollar una mirada actualizada y ecosistémica. Acreditarme en Psicología perinatal con importantes referentes internacionales (Bergman, Olza, Berrozpe…) me ha permitido asentar los cimientos de un abordaje integrador y respetuoso con cada uno de los protagonistas. (Puedes consultar mi CV completo aquí:
https://mariafernandezpsicologa.com/cv-maria-fernandez/)


Actualización Personal

Más allá del ámbito académico y profesional, atravesar mi propia maternidad ha sido la aventura más transformadora de todas. La llegada de mi hijo fue un camino lleno de pruebas, con varios momentos delicados en el proceso. Gracias a esas experiencias he crecido como mujer y como madre, sintiéndome más resiliente, más libre, más fuerte. Ese conocimiento vivencial me permite ser mucho más sensible y empática como profesional, entendiendo que todas y todos queremos lo mejor para nuestros peques y lo hacemos lo mejor que podemos, en una sociedad no siempre amable con las necesidades de esta etapa. Puedo decir que me siento agradecida por lo placentero, y especialmente por lo doloroso, de esta experiencia: mi hijo es mi héroe y mi gran maestro.

¿Qué puedo ofrecerte?

Desde la Psicología Perinatal acompaño a la mujer en su proceso de maternidad: 

– Preconcepción.
– Embarazo.
– Parto.
– Puerperio.
– Lactancia y crianza del bebé.


Para ello realizo:

– Terapia individual y de pareja

– Valoración de la díada madre-bebé para favorecer un apego seguro base de la salud mental del bebé.

– Asesoramiento en sueño infantil y descanso familiar, con un enfoque basado en los últimos hallazgos de la neurociencia y respetuoso con las necesidades de toda la familia.

– Cursos: salud mental durante el embarazo, parto y puerperio; sueño infantil; crianza y apego; y prevención del abuso sexual infantil, entre otros.

– Grupos: personas en la misma situación que comparten sesiones mensuales, cada una organizada con contenidos relevantes. Los diferentes grupos que abrimos son:

  • Fertilidad: Cuando el embarazo no llega o si estás en tratamiento de reproducción asistida este es un lugar seguro en el que aprender a vivir el proceso con calma e ilusión.
  • Embarazo: Si quieres vivir tu embarazo con plenitud, afrontar las inseguridades y preocupaciones que puedan surgir y prepararte emocionalmente para el parto.
  • Puerperio y crianza: Comparte vivencias y si lo deseas, encuentra un lugar donde tu hijo pueda relacionarse con otros bebés.
  • Duelo perinatal: Si has vivido una pérdida prenatal o neonatal el grupo supone un apoyo emocional desde el que organizar la experiencia.

Si quieres vivir plenamente y con armonía esta etapa tan importante, puedes escribirme a psicologafamilybalance@gmail.com  ¡Te espero!

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